Apocalipsis en Pamplona

**Phantom of the paradise** Sáb Feb 05, 2011 5:22 am

Son las 3:38 de la mañana y como estoy pedo voy a escribir una historia breve y con poca coherencia, quiero dedicarla a todos esos soplapollas , especialmente las tías que se creen dueñas de la verdad absoluta y que no saben apreciar lo que tienen.

Los cuatro cabalgaban por las desoladas calles, el olor a quemado se extendía por cada rincón , un olor a humo , carne calcinada, sangre... cadáveres por las calles , coches destrozados , la bella Carlos III, antaño una de las avenidas más transitadas y comerciales de Pamplona, mostraba un retrato desolador: Los escaparates de sus tiendas habían sido destrozados y saqueados , pintadas que versaban sobre el fin de la humanidad y el pecado , aparecían en rojo sobre las paredes, columnas de humo se elevaban hacia un cielo gris .

Remataba esta escena dantesca , la cantidad de cadáveres desparramados por las calles , muchos estaban tendidos en el suelo en posturas imposibles , miembros mutilados bañados en sangre , cabezas empaladas .... y una larga hilera de crucificados que agonizaban desde la plaza del castillo hasta el edificio de los caídos .

Los 4 cabalgaban caballos hechos a su medida , uno de ellos era un esqueleto , era cabalgado por la muerte , un jinete esquelético que sin embargo hablaba correctamente , señalaba a las videoconsolas que encontraba por algunos escaparates de Mundogames y destrozaba sus consolas , aparte de algún alma que sesgaba , Jjajajajajajajjaja, joder ¿quien quiere tener videoconsola cuando se puede provocar la muerte de todo? , esto es mejor que matar en el GTA .

Joder que razón tienes Javi, contestó Pestilencia, también conocido como Carlos , su piel mostraba un color oscuro, tirando a verde , la pus brotaba de llagas que surgían hinchadas en su cuello, los pocos dientes que conservaba , estaban amarillentos , y despedía un aliento que hacía parecer el olor de una tumba a Channel número 5 , sus manos carecían de carne y poco a poco se veían los huesos , le seguían unos hombres que le imploraban reducirse a un estado de podredumbre física , y bendecían cada llaga que surgía en sus pieles, las moscas brotaban alrededor de el y de su caballo, el cual mostraba un aspecto incluso peor que su amo .

Chicos , no de vosotros , pero pienso saquear el Erosky en cuanto lleguemos , no tengo dinero , nos lo hemos gastado en putas .... Iosu , el jinete Hambre , su aspecto enfermizo y desmejorado hacían parecer de el una persona débil, todo lo contrario, sería capaz de dejar a John Goodman de los huesos , los pocos alimentos que quedaban , eran para el y sus compañeros, su caballo renqueaba y parecía que iba suspirar un último aliento, triste figura que sin embargo privaba a los hombres de su alimento.

Bueno , ya hemos conquistado la parte vieja y el centro de Pamplona , pero tenemos focos de resistencia a partir de los Inteligentes hasta los pueblos colindantes de la periferia , por lo que tendremos que establecer una estrategia sólida , bien este es el plan.... Pradini, Guerra, el estratega militar , el conquistador , un guerrero fornido que sostenía una espada flamígera, su caballo era fuerte y vigoroso y poseía una piel rojiza , los hombres más fuertes se unían a su causa , y destrozaban todo a su paso , mutilaban e incendiaban.

Los 4 jinetes del Apocalipsis, antaño 4 amigos de Pamplona , de una ciudad antaño capital de la cultura europea , reducida a la miseria, dueños de un nuevo mañana ...

" Y vi como los 4 amigos , antaño solteros , fueron echándose novia, primero cayó el abogado , y a tierra comenzó a secarse , cuando el matemático encontró su complemento, los mares se tornaron salvajes , las criaturas comenzaron a extinguirse cuando el ingeniero encontró a su media naranja , y cuando la locura del psicólogo fue apreciada por una bella mujer , de los cielos comenzó a llover sangre .

Su cuerpo se tornó huesos , el hambre invadió y consumió el cuerpo del segundo, el tercero alzó su espada y dirigió al grupo, y el cuarto propagó la putrefacción absoluta"

Profecías de Johan Lorenz